Cuando dices NO
Rendirte
no significa permitir que te utilice la gente
inconsciente. En absoluto. Es perfectamente posible
decir «NO» a una persona con firmeza y claridad o
salir de una situación estando, al mismo tiempo, en
un estado interno de completa no-resistencia.
Cuándo dices «NO» a una persona o situación, esa
negación no ha de venir de la reacción, sino de la
intuición, que es una toma de conciencia clara de lo
que es correcto para ti en ese momento.
Haz
que sea un «NO» no-reactivo, un «no» consciente, un
«no» libre de toda negatividad que no cree más
sufrimiento.
La
rendición hará que tus relaciones cambien
profundamente. Si no puedes aceptar lo que es, eso
implica que nunca puedes aceptar a las personas como
son. Las juzgarás, las criticarás, las etiquetarás,
las rechazarás o intentarás cambiarlas.
Cuándo te veas envuelto en alguna situación
conflictiva, tal vez con tu pareja u otra persona
cercana a ti, empieza por observar cómo te pones a
la defensiva cuando atacan tu posición, o siente la
fuerza de tu propia agresión cuando atacas la
posición de la otra persona.
Observa el apego a tus puntos de vista y opiniones.
Siente la energía emocional-mental que está detrás
de tu necesidad de tener razón y de señalar que la
otra persona está equivocada. Ésa es la energía de
tu mente egotista. La haces consciente
reconociéndola, sintiéndola tan plenamente como
puedas.
Entonces, un día, en medio de una discusión, de
repente te darás cuenta de que tienes una opción, y
quizá decidas abandonar tu reacción simplemente para
ver qué pasa. Te rindes.
No me
refiero a que dejas de reaccionar diciendo
verbalmente: «De acuerdo, tienes razón», estoy
hablando de soltar todo el campo de energía
mental-emocional que estaba luchando por el poder en
tu interior.
El
ego es astuto; por eso tienes que estar muy alerta,
muy presente, y ser totalmente honesto contigo mismo
para ver si realmente has renunciado a tu
identificación con una posición mental, liberándote
así de la mente.
Si te
sientes de repente muy ligero, diáfano y en profunda
paz, eso es una señal inequívoca de que te has
rendido realmente.
Observa entonces lo que le ocurre a la posición
mental de la otra persona cuando dejas de
energizarla mediante la resistencia.
Cuando la identificación con las posiciones mentales
se deja de lado, comienza la verdadera comunicación.
No
resistirse no significa necesariamente no hacer
nada. Lo único que implica es que la «acción» no va
a ser reactiva.
«No
hacer nada» evitando la reactividad y permaneciendo
en cambio en un estado de intensa presencia, es un
poderoso principio transformador que sana a las
personas y las situaciones.
—Eckhart Tolle
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