No hay derrotas
No hay derrotas, hay tan
sólo experiencias que señalan el camino que se nos invita a recorrer
con sus luces y sus sombras.
El gran objetivo es devenir lo suficientemente lúcidos como para
aprender de los errores mientras recorremos la existencia. No hay
culpas ni castigos, sino una totalizadora u holística interacción
del Universo entre las redes que tejen el destino de cada persona.
Cuando alguien siente
frustración porque no le es concedido un trabajo al que opta, puede
tener la tentación de “tirar la toalla” y olvidar que nada es
casual.
El que cree en sí
mismo sabe que hay un lugar en el mundo para él, sabe que la vida le
depara un proceso que, más largo o más corto, vivenciará con todas
las sinuosidades emocionales que conlleva. |